Pinamar - Nuestra Historia

Historia

A fines de la década del treinta, el arquitecto Jorge Bunge tuvo un sueño: desarrollar una ciudad balneario frente al mar que fuera un símbolo en la costa argentina, un lugar de descanso para disfrutar en familia y con amigos. El original proyecto fue hacer un balneario que uniera en forma armoniosa el mar con el verde de la naturaleza, aplicando conceptos urbanísticos muy avanzados para la época. El desafío era mayúsculo. Estas tierras eran médanos que formaban una barrera al mar. Pero eso no fue impedimento para su espíritu emprendedor. Para poder encarar su sueño, constituyó PINAMAR S.A. junto a Valeria Guerrero, dueña de los médanos, y a un grupo de personas que creyeron en el proyecto, entre los que había empresarios, industriales y profesionales animados por superar un verdadero desafío.Con la constitución de PINAMAR S.A. se inicia el sueño de construir una ciudad jardín en la costa.

Los primeros pasos se dieron en 1940 cuando se realizan los estudios y pruebas previas y se construyen las instalaciones indispensables para contar con la infraestructura básica para iniciar el proyecto. En1941, comenzó la fijación y forestación de los médanos en gran escala con métodos inéditos para la Argentina. Un año después, se inició el trazado urbanístico, se extendió la red vial, se construyeron casas para el personal de la empresa y se finalizaron los estudios específicos sobre los recursos naturales y las características climáticas del lugar, el primer estudio medioambiental como se conoce hoy. Este estudio permitió recopilar los datos imprescindibles para la realización del Plan Director que proyectaría la conformación integral del paisaje que se quería trazar. El 14 de febrero de 1943, se presentó en sociedad Pinamar como balneario y concurrieron los primeros visitantes, la mayoría de ellos invitados especialmente y alojados en el Hotel Pinamar, actual Playas Hotel, el primero de la zona construido por Pinamar S.A. Complementariamente se construyó la usina eléctrica, el primer centro comercial de la época y se prosiguió con las plantaciones para seguir fijando los médanos. Pinamar S.A. dona las primeras fracciones para la construcción de la Escuela, la Sala de Primeros Auxilios, el Centro Cívico, el Destacamento de Policía, la Estación de Meteorología y la Iglesia. Y decide construir una fábrica de tejas, baldosas y otros elementos para la construcción haciendo que los principales materiales utilizados fueran producidos en el lugar. En 1944, Pinamar S.A. presenta el Plan Director a la Provincia de Buenos Aires, el que fue aprobado y que definió el diseño urbano de la ciudad. En ese año, la empresa extiende la red vial diferencial con la pavimentación de las calles principales de Pinamar. Al mismo tiempo, se tienden las redes eléctricas y de agua corriente y, simultáneamente, se urbanizan las primeras zonas. El desarrollo continúa con la inauguración del muelle original y la cancha de golf. Con estos avances se ofrecieron los primeros lotes y comenzó la construcción del primer núcleo de viviendas permanentes y de casas para veraneo. Luego se continuó con el proceso de desarrollo de mejoras en los servicios de infraestructura urbano. Así nació Pinamar y no dejó de crecer ordenadamente hasta el día de hoy.

El legado de Jorge Bunge Gracias a una beca del estado argentino, Bunge se recibió de ingeniero y arquitecto en la Real Politécnica de Münich, Alemania, siendo el primer urbanista profesional argentino. A fines de la década del treinta, concibe la gran empresa de su vida: cambiar el paisaje y el destino de unos médanos junto al mar, propiedad de Valeria Guerrero. En 1944 la Provincia de Buenos Aires aprobó su Plan Director, que debió ser defendido como patrimonio de los pinamarenses para mantener la esencia de ciudad verde. Hoy, más de trescientos importantes edificios en Argentina llevan su firma y, como titular de la cátedra de Historia del Arte en la Academia Nacional de Bellas Artes, logró formar a decenas de estudiantes que siguieron sus ideas.


Quienes lo conocieron, han afirmado que ha sido la representación más fiel de lo que hoy se conoce como Emprendedor. Tuvo una visión, un gran poder de convicción, supo comunicar su pasión por la vida y su proyecto y gozó al compartir sus sueños y sus alegrías. El resultado ha sido un desarrollo urbano equilibrado que fueron los primeros pasos para la construcción de una de las ciudades más hermosas de Argentina: Pinamar.